jueves, 28 de mayo de 2009

INTRODUCCIÓN

Hemos querido dar a conocer la obra del pintor Rafael Zabaleta, jienense de nacimiento, que desarrolló su labor tomando como principal referencia los sucesos y los personajes de su pueblo Quesada por su íntima manera de entender la pintura, a la que acertó a añadir la influencia de las vanguardias artísticas aprendidas en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid donde estudió, y a las percepciones personales que le produjeron la contemplación de las obras contemporáneas cuando viajó a Barcelona y a París. Sumará de esta manera las características que le presentaba el mundo rural, permanente, reducido y costumbrista de su pueblo con el mundo cosmopolita de las ciudades, abierto, explícito, con visiones artísticas menos convencionales que le permitieron elaborar una obra particular y característica. Sin embargo nunca dejó de pintar sin mirar hacia dentro, nunca abandonó lo que le dictaba su corazón, nunca quiso cambiar lo íntimo, lo conocido, por otra cosa que no fuera su propio entendimiento.

Aprenderéis como fue su vida, como su obra, conoceréis quienes fueron sus padres y sus intereses, así como cuales fueron sus inquietudes, sus estudios, y como pudo desarrollar una obra tan personal, en los años de la postguerra española que le toco vivir. Desarrolló su obra a la par que Vázquez Díaz, Benjamín Palencia y Ortega Muñoz, Anglada Camarasa y Joaquin Mir entre otros.

Nace en el año 1907 , momento en el que en Europa, habían triunfado ya el impresionismo o, y pintores como Toulouse-Lautrec, Degas , Renoir y Monet, eran ya artistas consagrados habiendo dado con sus premisas innovadoras, contrarias a todo academicismo, un impulso extraordinario a la pintura .

En Barcelona a principios del siglo triunfaba el modernismo llenando con todas las manifestaciones artísticas, cobra gran importancia el cartel colorista.

Hacia 1907 nace el cubismo, Pablo Picasso revolucionara la pintura, creando un nuevo lenguaje artístico, basado en la descomposición y la multiplicación de los puntos de vista, comienza el gusto por el collage.

En la década de 1900-1910, aparecerá el movimiento de los fauves en el que el color será el elemento coordinador de todas las composiciones pictóricas, Matisse, Derain y Vlamink serán sus representantes más importantes.

En América comienza en el 1913 la apertura a la vanguardia Europea, y se conoce la obra de Picasso, Matisse, y Duchamp.

Hacia 1915, se manifiesta el arte abstracto y no objetivo apareciendo ya formulados los objetos no representativos. Kandinsky en Munich, Malevich en Rusia, Kupka y Delaunay en Paris , Van Doesburg y Mondrian en Holanda serán los pintores seguidores más representativos. El movimiento se expandirá con éxito a Gran Bretaña y a EE.UU.

En Méjico hacia 1921, surge un movimiento particular el muralismo mejicano representado por Diego Rivera y Clemente Orozco, para quienes las superficies sobrepasan los límites establecidos, pasando a ocupar superficies muy grandes en las que se plasmaban representaciones de una realidad social.

En el año 1924, aparece el movimiento surrealista influenciado por las teorías psicoanalíticas de Freud, y que proponían rebasar las fronteras entre el sueño y la realidad con el fin de llevar al espectador hacia un mundo de libertad. En España Dalí y Miró serán sus más notables seguidores.

El expresionismo nace con fuerza en Alemania donde surgen dos grupos diferenciados, el jinete azul y el puente, propugnando la intensidad de la expresión sincera a costa desequilibrio de las formas. Destacan Munch, Kirchner, Nolde, Kokoschka y Beckman.
En esta corriente manifiesta su preferencia Zabaleta, la expresión, la sinceridad, la temática más austera, más recia, han sido trasladadas y transformadas para dar lugar a una obra considerada en su época auténtica y esencial.

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